Bebiendo a Raúl Perez

El pasado 28 de Octubre teníamos una cita imprescindible en Vinoteca Bagos.
Adrián nos había avisado 15 días antes, la próxima cata será de Raúl Pérez, actualmente el enólogo mas valorado y reputado del panorama vinícola español. Parece una especie de Rey Midas que todas las uvas que toca las convierte en Oro. Elabora un sinfín de etiquetas y colabora con un sinfín de bodegas.

Mi primer contacto con Raúl fue hace mas de 10 años, en Ferrol en una cata degustación de Distribuciones El Hórreo, por aquel entonces era el joven enólogo de Bodegas Castro Ventosa y empezaba a considerársele una estrella en el firmamento berciano, volví a participar en eventos donde él y sus vinos formaban parte, pero esta sería la primera vez que el único protagonista serían él y sus vinos.

20 vinos, se dice pronto, pero 20 vinos con un poco de información sobre como se hicieron o para que se hicieron es mucho tiempo, aún así la jornada pasó volando.
Raúl nos contó como hacía sus vinos, como conoce cada una de las parcelas de Valtuille, lo bueno y lo malo de las puntuaciones de Parker a su El Pecado. Como un vino que para él necesita botella y para el dueño de la bodega ya está listo para el mercado. 
La charla quizá fue demasiado técnica. 
Tiempos de fermentación con pastas, porcentajes de raspón, orientaciones y vientos de las parcelas, mucha información que da para muchos proyectos. Todos con un denominador común, su dimensión.
El camino mas fácil, un Ultreia que se vende bien, sería aumentar su producción y hacer más botellas.
Pero él quiere que transmita cada zona, vinos de menos de 2 hectáreas, nuevos vinos con otros proyectos y etiquetas, pero siempre vinculados a zonas, fincas, producciones limitadas.
Una jornada única y un auténtico placer que intentaré resumir nombrando los vinos probados.
                                  
Empezamos con un Bierzo del año 64, botella guardada en bodega y pensada para beber al poco tiempo, no para guardar. Hecho con mezcla de variedades blancas y tintas. Criado y fermentado en toneles de castaño.

Seguimos con un curiosos Godello 2010 con crianza oxidativa de la parcela Cova de La Raposa.

Otra Godello 2011 Ultreia La Claudina prensado y fermentado en barricas de 700 litros.
Un Albarin de Leon 2010 procedente de Valencia de Don Juan y una larga crianza en barrica.
Pasamos al famoso Sketch 2011 2 barricas de vino compartidas con Rodrigo Méndez y su A Tellería, las mismas barricas desde 2003, sin trasiegos y sin tocar las lías, algunas de estas botellas son las que sumerge bajo las bateas (si, bajo las bateas ¡vaya idea!) y prueba para ver si evolucionan igual que las otras.
                                             
Dejamos los blancos para probar un rosado de Prieto Picudo 2007, 3 meses en barrica y desde entonces en botella.
Empezamos con los tintos con un La Clave 2012, fermentado en inox y criado en toneles que se usaron para fermentar otros vinos.
Un Ribeira Sacra que aún no tiene nombre, pero podría ser El Perdón 2009, un vino con mayoría de Alicante Bouschet de una finca de A Teixeira.
El famoso El Pecado 2009 de la Finca Capeliños situada enfrente de la finca de El Perdón, justo en la otra orilla del río, un vino con 30%-40% de raspón y que no se atreve a aumentar ese porcentaje.
Volvemos a El Bierzo con EL Rapolao 2011 y con La Victoriana 2011 dos vinos con la misma elaboración pero de distintas fincas.
Pasamos a los Ultreias con Ultreia 2011 Petra una pequeña parcela de pizarra con 800 cepas.
Bajamos hasta el Douro para probar el Ultreia Douro 2010 elaborado en Niepoort con Touriga Franca, Tinta Amarela y Tinta Roiriz. 
Niepoort tiene una réplica de este vino pero trabajado con otras tonelerías y con mayor crianza en madera y trasiegos, el de Raúl aún no ha salido al mercado y estuvo 11 meses en barricas de la tonelería Heritage.
Regresamos a León a probar una rareza. Un Prieto Picudo 2009 que podría llamarse Delito-Castigo, lleva 3 años en botella y estuvo casi 2 años en barrica, estuvo macerando con raspón 95 días y entró con 16,5 grados, al año siguiente se vendimió antes y se eliminó el raspón.
Bajamos a la Sierra de Gredos para probar el Vino de Familia Cebreros, una garnacha de suelos graníticos con 100% Raspón, sin duda un
a marca de la casa.
Llegamos a Valtuille, allí probamos el Ultreia Valtuille 2009, una parcela sur y arenosa, también probamos el Ultreia Valtuille 2008, mismo suelo pero la parcela contigua y el Ultreia Valtuille 2005. 
5 zonas y 5 parcelas que posteriormente se irían elaborando por separado y embotellándolas también por separado. 
Probamos 1 Magnum de Ultreia Valtuille 2001 y otro Magnum de Ultreia Valtuille 1999 uno de los 27 que se elaboraron de esa primera añada de Ultreia.
                                    
Y final de fiesta, es comprensible que algunos ya no pudiesen probar nada mas, para los que no teníamos que conducir nos abrieron una botellas de Bastión de La Luna para conversar con Raúl y todos los amigos que acudieron a su cata, entre ellos mucho bodeguero de Rías Baixas.

× ✍️