Después de unos meses disfrutando de unas catas quincenales, ponemos punto y seguido para relajarnos en verano y disfrutar del vino en comidas familiares, fiestas y entre amigos.
Han sido varias las catas realizadas y en cada una hemos aprendido mucho de los diferentes vinos catados.
La decisión de hacer las catas a ciegas ha sido todo un acierto, ya que pone a los vinos sin la ventaja de identificarlos por su nombre o por su etiqueta y hacer valoraciones previas, algunos nos sorprendían de diferentes formas.
Algunas veces positivas y otras negativamente, ya que la última botella no llegó en buenas condiciones a la mesa.
Aunque intentamos catar vinos similares para poder sacar conclusiones más nítidas, aún tenemos mucho que mejorar en ese aspecto.
Formamos un buen grupo de amigos que, de manera asidua, participamos de las diferentes catas realizadas y que fue cambiando cuando se apuntaban nuevas personas a disfrutar del evento. Profesionales del vino que valoran en formato mas técnico y aficionados que opinaban de si les gustaba o no y poco a poco iban cogiendo confianza. Una mezcla perfecta para tomar notas de los diferentes vinos y conocer tanto los vinos que venimos trabajando como posibles incorporaciones.
Agradecer al Restaurante Corinto y al Restaurante Casa Verdun, por abrirnos sus puertas y darnos todas las facilidades para tales eventos y a todos los que han disfrutado con nosotros.
En Septiembre, volveremos a la carga con nuevas catas y disfrutaremos aprendiendo de los diferentes vinos.
Sin duda la forma de aprender de vinos pasa por probar y probar. En eso seguiremos, para poder recomendar desde el conocimiento, lo que ofrecemos.
Salud