Uno se siente orgulloso al probar determinados productos y confirmar que son de la mejor calidad y con un excelente sabor.
Nuestras latas de Ventresca de Atún en Aceite Oliva, son elaboradas con la mejor materia prima y de forma totalmente manual.
¿Qué es la Ventresca?
Es una pieza de forma triangular, situada en la parte inferior del atún, en la zona próxima a la cabeza.
El nombre de Ventresca, es referido a la parte del atún donde está situada, la zona del vientre.
Según la zona geográfica en la que nos encontremos, puede tener otras denominaciones, como ventrecha, mentresca, barriga, ventrisca, ijada o ijar.
Las características peculiares de la Ventresca y que le dan su reputación de exquisitez son:
- Su proporción de grasa que aporta un sabor mucho más intenso, fino y delicado
- Su carne de textura gelatinosa
- Su laminado
- Alto contenido en proteínas de alto valor biológico
- Alto aporte de ácidos grasos poliinsaturados, lo que reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares.
- Además contiene fósforo, tiamina, niacina, vitamina B6, vitamina B12 y vitamina D
Después de estas peculiaridades ¿a quién no le apetece probarla?
La Ventresca nos da muchas posibilidades para utilizarla en nuestros platos.
Nuestra conserva es perfecta para acompañar con tomate, cebolla y vinagre balsámico.
En un plato de diario con muchas proteinas y de forma rápida, acompañándola con huevo cocido, patata cocida y judias. Riquísima.
Para cenar, acompañada con unos pimientos de Padrón, está increible.
Y que decir como bocata. Unas tiras de Ventresca, unas tiras de pimientos morrones y pan. Delicioso.
Riquísima, sanísima y especial. ¡A probarla ya!
Y toca ponerle un buen vino a este delicioso manjar.
Personalmente, me quedo con un albariño de las Rías Baixas de las Bodegas Albamar en la zona del Salnés.
Albamar, un blanco 100% albariño de viñedos de 25 años de antigüedad en suelos mayoritariamente arenosos y próximos al mar, en plena Ría de Arosa.
Con una mimada selección de la uva, una vez prensado se deja reposar, se desfanga y se realiza la fermentación espontánea a temperatura controlada.
Posteriormente se descuba, para quedarse con las lías finas disueltas en el vino, dejándolo reposar durante 5 meses. Lo que hace resaltar el carácter del albariño.
Un vino de gran estructura y complejidad arómatica, con recuerdos a fruta, cítricos y flores blancas.
Todo un manjar…..